35 nadie tendrá autorización para demandarles ni inquietarles a
ninguno de ellos por ningún motivo.
36 En los ejércitos del rey sean alistados hasta 30.000 judíos que
percibirán la soldada asignada a las demás tropas del rey.
37 De ellos, algunos serán apostados en las fortalezas importantes del
rey y otros ocuparán puestos de confianza en el reino. Sus oficiales y jefes
salgan de entre ellos, y vivan conforme a sus leyes, como lo ha dispuesto el
rey para el país de Judá.
38 Los tres distritos incorporados a Judea, de la provincia de Samaría,
queden anexionados a Judea y contados por suyos, de modo que, sometidos
a un mismo jefe, no acaten otra autoridad que la del sumo sacerdote.
39 Entrego Tolemaida y sus dominios como obsequio al Lugar Santo
de Jerusalén para cubrir los gastos normales del Lugar Santo.
40 Por mi parte, daré cada año 15.000 siclos de plata, que se tomarán
de los ingresos reales en las localidades convenientes.
41 Todo el excedente que los funcionarios no hayan entregado como
en años anteriores, lo darán desde ahora para las obras de la Casa.
42 Además, los 5.000 siclos de plata que se deducían de los ingresos
del Lugar Santo en la cuenta de cada año, los cedo por ser emolumento de
los sacerdotes en servicio del culto.
43 Todo aquel que por deudas con los impuestos reales, o por
cualquier otra deuda, se refugie en el Templo de Jerusalén o en su recinto,
quede inmune, él y cuantos bienes posea en mi reino.
44 Los gastos que se originen de las construcciones y reparaciones en
el Lugar Santo correrán a cuenta del rey.
45 Los gastos de la construcción de las murallas de Jerusalén y la
fortificación de su recinto correrán asimismo a cuenta del rey, como
también la reconstrucción de murallas en Judea.»